Ha sido un fin de semana con una boda de cine impresionante. El viernes la fiesta fue tradicional en casa de la novia, eterna y llena de rituales preciosos. Durante la noche se cambió cuatro veces el vestido y en dos ocasiones apareció sobre un sitial, elevada sobre los hombros de fuertes hombres. Una gran banda de música tradicional marroquí, otra de pop internacional de Costa de Marfil y para terminar, a las tantísimas, DJ Notorius, fueron los encargados de la música durante la ceremonia.
El sábado me di una vuelta por el Medievo y conocí a Khalid, el hijo del que desde hace 65 años regenta Spice Shop, en el 51 de la calle Talaa Kebira de la medina. El color y el aroma de este comercio, junto al regateo con el amigo Khalid para comprar unas especias, merecen una parada.
Por la noche, en la casa del novio, nos deleitó una excelente banda de pop alternativo marroquí, que hizo vibrar a la audiencia con sus temazos. Luego me tocó a mi, primero con un set ochentero para los maduritos y más tarde pop americano y house comercial calentito… tanto que acabaron todos bailando en la piscina!
Durante el paseo por la medina también encontré un oasis. Se llama Fez Lounge, sirven birras y otros licores y además tienen un menú con unas deliciosas tapas hispano-marroquíes. Está en pleno meollo de la medina, el descubrimiento del viaje. 😉
http://www.fezlounge.com/